Nos hemos referido en alguna oportunidad a los vestidos de novia con color, incluso hicimos una breve reseña de cómo se usan en diferentes culturas y que fue la Reina de Inglaterra que lo impuso en color blanco.
Tal vez en otros países usen color en sus vestidos pero si bien la mujer argentina se actualiza y está a la moda, en el vestido de novia, somos más tradicionales. Podremos innovar en un modelo pero a la hora de elegir un color será el blanco, marfil o en un tono pastel imperceptible.
No es por una cuestión de atreverse o no sino de nuestra idiosincracia y nuestra femineidad que lo asociamos, tal vez sin muchas razones, al blanco y nos aventuramos a decir que junto al marfil será siempre un must.
Las líneas simples en donde el vestido cede lugar al protagonismo de la figura de la novia es lo que más se lleva y queda bien, que la novia luzca natural y esencialmente con frescura.
Una tela sofisticada, coo un encaje o bordada también puede tener sencillez en la sofistificación pero debe guardar relación con el estilo de la novia y que la línea del vestido sea acorde para que se dé lugar a que se luzca la tela.
Pero cada vez más, las novias prefieren modelos con líneas vaporosas y si bien se usan las polleras voluminosas y las capas, la tendencia es usar un vestido con detalles, trabajados de tal forma que el buen observador los ve pero que prime la novia y toda su personalidad. Se siguen usando mucho la espalda descubierta y super sensual.
Años anteriores se usaban los zapatos de colores o detalles que le dieran un touch diferente...
La bijou se sigue, pero insisto no la usa la mujer argentina joven. Puede quedar fantástico en las no tan jóvenes que con un buen recogido y de acuerdo al modelo del vestido quedarán fabulosas y con estilo exótico.
